La Bachata: Su génesis, evolución y éxito
Para nosotros es impensable hoy asistir a una fiesta sin escuchar el cadencioso ritmo de una bachata... Las voces de cantantes como Romeo Santos, Prince Royce, Héctor "El Torito" Acosta y Toby Love, en la actualidad son protagonistas de todo encuentro familiar o de amigos donde bailar es un acto obligatorio.
La realidad es que este popular género musical en años recientes se ha convertido en uno de los más exitosos (y rentables) de República Dominicana, superando incluso al tradicional merengue y otros estilos musicales foráneos como la salsa, el son y las baladas, entre otros.
Pero esa afición por ese fenómeno que hoy conocemos como "bachata" no siempre existió. Incluso, por décadas la bachata fue repudiada por las altas esferas de la sociedad dominicana por ser considerada en sus inicios un ritmo asociado a las bajas clases sociales del país.
Curiosamente, el origen de la bachata coincide con el primer aniversario del asesinato del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo... El 30 de mayo de 1962, el cantante José Manuel Calderón grabó dos temas de la autoría del compositor Bienvenido Fabián: "Borracho de amor" y "¿Qué será de mí?".
Es por eso que algunos historiadores de la música dominicana opinan que la bachata es el único ritmo musical originario de Quisqueya que "tiene fecha de nacimiento".
En momentos cuando la radio dominicana era influenciada por boleros, rancheras y tangos (estilos musicales interpretados mayormente por cantantes extranjeros), se escuchó por primera vez la voz de Calderón a través de la estación radial "La Voz del Trópico", escribiendo así el primer capítulo de este ritmo musical.
El profesor Leovigildo Guerrero, historiador y director de la Banda de Música de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), explicó que la bachata era una especie de "bolero tocado con músicos artesanales" que, contrario a lo que algunos opinan, no tuvo un origen rural.
"La bachata nació en los cabarés de la capital dominicana", puntualizó el académico. Señaló que al comienzo la "música de amargue" no se le conocía como bachata, (este término nació luego en los años 1980s). El nombre inicial de la bachata fue "Música de Guardia", porque fueron los militares quienes más la aplaudieron en los clubes nocturnos a los que asistían.
Para interpretar bachata, muchos de los pioneros de este ritmo fabricaban sus propios instrumentos, aseguró el profesor Guerrero, y en sus presentaciones se escuchaba siempre la guitarra, el requinto, los bongos y las maracas; aunque luego algunos exponentes decidieron reemplazar este último por la güira.
Luego de sus dos temas originales en 1962, el cantante José Manuel Calderón no se quedó de brazos cruzados. Un año más tarde llevó su música a Puerto Rico y otros países del Caribe; y en 1967 debutó en Nueva York para el deleite de la entonces naciente comunidad dominicana de la "Gran Manzana".
Calderón grabó más de 70 producciones, siendo "Llanto a la Luna" la más popular de su trayectoria. Pero su verdadero triunfo es haber sido el primer bachatero en la historia. A él le siguieron otros, como el cantante Rafael Encarnación, quien grabó su primera bachata en octubre de 1963 y cuya carrera musical se vio tronchada cinco meses más tarde con un accidente automovilístico que le costó la vida.
La década de los 1960s vio nacer a artistas del amargue como Inocencio Cruz, Tommy Figueroa, Ramón Cordero y Luis Segura, quien en poco tiempo se convirtió en un fenómeno de popularidad.
En 1964, Segura grabó su éxito "Cariñito de mi vida", y ese primer sencillo coincidió con el estreno al aire de Radio Guarachita, una estación radial que tuvo una participación fundamental en el desarrollo del género de la bachata porque le facilitó a innumerables artistas a grabar y promover su música.
De los estudios de Radio Guarachita salieron reconocidos expositores de la música de amargue como Antonio López Salcedo, Fabio Sanabria, Cuco Valoy, Mélida "La Sufrida" Rodríguez, Aridia Ventura y Leonardo Paniagua, quien en los años 1970s brilló por todo lo alto con su éxito "Chiquitita".
Pese al éxito de algunos de sus exponentes, la bachata continuó recibiendo un notable rechazo. Algunos sectores de la sociedad dominicana veían a este ritmo musical como algo despreciable. Sólo la clase baja dominicana se apoderó de este pegajoso género y lo hizo suyo.
Entre finales de los 1970s y principios de los 1980s, la bachata de estuvo a punto de desaparecer por los frecuentes ataques que recibía. Pero un epíteto despectivo del gran músico y compositor dominicano Rafael Solano fue lo que dio pie a que la "bachata" recibiera su nombre.
Solano hizo un comentario negativo en "El Show del Mediodía" refiriéndose a la música de amargue como "bachata". Y, aunque inicialmente fue recibido con rechazo, hoy muchos pioneros del género agradecen a Solano el haber confeccionado esa palabra.
"En aquel entonces la bachata no se conocía como bachata... Le decían bolero o canción de amargue", recordó el cantante Edilio Paredes. "El comentario de Solano trató de restarle mérito a este ritmo, pero su efecto hizo lo contrario".
Paredes comentó que decirle "bachatero" a una persona era una ofensa, y que algunos intérpretes del género "hasta se escondieron para no tocar en público". Esto cambió, sin embargo, en 1982 cuando Paredes junto a sus hermanos y otros cantantes como Ramón Cordero, Aridia Ventura, "El Chino sin Ley" y Olivia Ventura, entre otros, empezaron a presentarse todos los lunes en un establecimiento nocturno en la Avenida Venezuela, del Ensanche Ozama, hoy Santo Domingo Este.
Estas presentaciones semanales poco a poco fueron cobrando auge. Luego, los músicos bachateros consiguieron presentarse también todos los jueves, y con el tiempo obtuvieron presentaciones diarias en diferentes clubes nocturnos de la capital dominicana.
El profesor Guerrero opina que el intérprete que hizo que la bachata avanzara a pasos agigantados durante la década de los 1980s fue conocido "Añoñaíto", Luis Segura, con el éxito de su tema "Pena".
A Segura le siguieron otros grandes como Blas Durán y sus Peluches, y Luis Vargas, quien cobró popularidad con sus canciones de doble sentido. También se hicieron popular cantantes como Anthony Santos con su éxito " Voy pa'llá", Raulín Rodríguez, Joe Veras y Oscar Sarante, quien comenzó como trompetista y se convirtió en todo un ícono del amargue.
No fue, sin embargo, hasta 1990 cuando la bachata rompió las barreras sociales y fue aceptada por la clase alta de República Dominicana cuando Juan Luis Guerra y su grupo "440" grabó el álbum "Bachata Rosa".
También ayudó el éxito de Víctor Víctor, "Mesita de Noche", y hasta el subgénero conocido como "tecno-amargue", que popularizaron Sonia Silvestre y Luis Díaz, integrando ritmos tradicionales de la bachata y fusionándolos con otras expresiones musicales como el rock y el jazz.
La bachata adquirió un "nuevo sonido urbano" en 1994, cuando cuatro jóvenes (Anthony "Romeo" Santos, Henry Santos, Lenny Santos, y Max Santos), formaron en El Bronx la agrupación Aventura. Entre ellos redefinieron para siempre el futuro del género de la bachata, abriéndole paso a una nueva camada de intérpretes modernos.
La aceptación de la bachata hoy es tan grande que en 2015, el Congreso Nacional de República Dominicana la declaró Patrimonio Cultural de la Nación Dominicana.
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El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con tres Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".
La realidad es que este popular género musical en años recientes se ha convertido en uno de los más exitosos (y rentables) de República Dominicana, superando incluso al tradicional merengue y otros estilos musicales foráneos como la salsa, el son y las baladas, entre otros.
Pero esa afición por ese fenómeno que hoy conocemos como "bachata" no siempre existió. Incluso, por décadas la bachata fue repudiada por las altas esferas de la sociedad dominicana por ser considerada en sus inicios un ritmo asociado a las bajas clases sociales del país.
Curiosamente, el origen de la bachata coincide con el primer aniversario del asesinato del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo... El 30 de mayo de 1962, el cantante José Manuel Calderón grabó dos temas de la autoría del compositor Bienvenido Fabián: "Borracho de amor" y "¿Qué será de mí?".
Es por eso que algunos historiadores de la música dominicana opinan que la bachata es el único ritmo musical originario de Quisqueya que "tiene fecha de nacimiento".
En momentos cuando la radio dominicana era influenciada por boleros, rancheras y tangos (estilos musicales interpretados mayormente por cantantes extranjeros), se escuchó por primera vez la voz de Calderón a través de la estación radial "La Voz del Trópico", escribiendo así el primer capítulo de este ritmo musical.
El profesor Leovigildo Guerrero, historiador y director de la Banda de Música de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), explicó que la bachata era una especie de "bolero tocado con músicos artesanales" que, contrario a lo que algunos opinan, no tuvo un origen rural.
"La bachata nació en los cabarés de la capital dominicana", puntualizó el académico. Señaló que al comienzo la "música de amargue" no se le conocía como bachata, (este término nació luego en los años 1980s). El nombre inicial de la bachata fue "Música de Guardia", porque fueron los militares quienes más la aplaudieron en los clubes nocturnos a los que asistían.
Para interpretar bachata, muchos de los pioneros de este ritmo fabricaban sus propios instrumentos, aseguró el profesor Guerrero, y en sus presentaciones se escuchaba siempre la guitarra, el requinto, los bongos y las maracas; aunque luego algunos exponentes decidieron reemplazar este último por la güira.
Luego de sus dos temas originales en 1962, el cantante José Manuel Calderón no se quedó de brazos cruzados. Un año más tarde llevó su música a Puerto Rico y otros países del Caribe; y en 1967 debutó en Nueva York para el deleite de la entonces naciente comunidad dominicana de la "Gran Manzana".
Calderón grabó más de 70 producciones, siendo "Llanto a la Luna" la más popular de su trayectoria. Pero su verdadero triunfo es haber sido el primer bachatero en la historia. A él le siguieron otros, como el cantante Rafael Encarnación, quien grabó su primera bachata en octubre de 1963 y cuya carrera musical se vio tronchada cinco meses más tarde con un accidente automovilístico que le costó la vida.
La década de los 1960s vio nacer a artistas del amargue como Inocencio Cruz, Tommy Figueroa, Ramón Cordero y Luis Segura, quien en poco tiempo se convirtió en un fenómeno de popularidad.
En 1964, Segura grabó su éxito "Cariñito de mi vida", y ese primer sencillo coincidió con el estreno al aire de Radio Guarachita, una estación radial que tuvo una participación fundamental en el desarrollo del género de la bachata porque le facilitó a innumerables artistas a grabar y promover su música.
De los estudios de Radio Guarachita salieron reconocidos expositores de la música de amargue como Antonio López Salcedo, Fabio Sanabria, Cuco Valoy, Mélida "La Sufrida" Rodríguez, Aridia Ventura y Leonardo Paniagua, quien en los años 1970s brilló por todo lo alto con su éxito "Chiquitita".
Pese al éxito de algunos de sus exponentes, la bachata continuó recibiendo un notable rechazo. Algunos sectores de la sociedad dominicana veían a este ritmo musical como algo despreciable. Sólo la clase baja dominicana se apoderó de este pegajoso género y lo hizo suyo.
Entre finales de los 1970s y principios de los 1980s, la bachata de estuvo a punto de desaparecer por los frecuentes ataques que recibía. Pero un epíteto despectivo del gran músico y compositor dominicano Rafael Solano fue lo que dio pie a que la "bachata" recibiera su nombre.
Solano hizo un comentario negativo en "El Show del Mediodía" refiriéndose a la música de amargue como "bachata". Y, aunque inicialmente fue recibido con rechazo, hoy muchos pioneros del género agradecen a Solano el haber confeccionado esa palabra.
"En aquel entonces la bachata no se conocía como bachata... Le decían bolero o canción de amargue", recordó el cantante Edilio Paredes. "El comentario de Solano trató de restarle mérito a este ritmo, pero su efecto hizo lo contrario".
Paredes comentó que decirle "bachatero" a una persona era una ofensa, y que algunos intérpretes del género "hasta se escondieron para no tocar en público". Esto cambió, sin embargo, en 1982 cuando Paredes junto a sus hermanos y otros cantantes como Ramón Cordero, Aridia Ventura, "El Chino sin Ley" y Olivia Ventura, entre otros, empezaron a presentarse todos los lunes en un establecimiento nocturno en la Avenida Venezuela, del Ensanche Ozama, hoy Santo Domingo Este.
Estas presentaciones semanales poco a poco fueron cobrando auge. Luego, los músicos bachateros consiguieron presentarse también todos los jueves, y con el tiempo obtuvieron presentaciones diarias en diferentes clubes nocturnos de la capital dominicana.
El profesor Guerrero opina que el intérprete que hizo que la bachata avanzara a pasos agigantados durante la década de los 1980s fue conocido "Añoñaíto", Luis Segura, con el éxito de su tema "Pena".
A Segura le siguieron otros grandes como Blas Durán y sus Peluches, y Luis Vargas, quien cobró popularidad con sus canciones de doble sentido. También se hicieron popular cantantes como Anthony Santos con su éxito " Voy pa'llá", Raulín Rodríguez, Joe Veras y Oscar Sarante, quien comenzó como trompetista y se convirtió en todo un ícono del amargue.
No fue, sin embargo, hasta 1990 cuando la bachata rompió las barreras sociales y fue aceptada por la clase alta de República Dominicana cuando Juan Luis Guerra y su grupo "440" grabó el álbum "Bachata Rosa".
También ayudó el éxito de Víctor Víctor, "Mesita de Noche", y hasta el subgénero conocido como "tecno-amargue", que popularizaron Sonia Silvestre y Luis Díaz, integrando ritmos tradicionales de la bachata y fusionándolos con otras expresiones musicales como el rock y el jazz.
La bachata adquirió un "nuevo sonido urbano" en 1994, cuando cuatro jóvenes (Anthony "Romeo" Santos, Henry Santos, Lenny Santos, y Max Santos), formaron en El Bronx la agrupación Aventura. Entre ellos redefinieron para siempre el futuro del género de la bachata, abriéndole paso a una nueva camada de intérpretes modernos.
La aceptación de la bachata hoy es tan grande que en 2015, el Congreso Nacional de República Dominicana la declaró Patrimonio Cultural de la Nación Dominicana.
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El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con tres Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".