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¿Por qué debe importarme la crisis entre Rusia y Ucrania?

Es muy probable que en República Dominicana la ciudadanía ya esté acostumbrada al alto precio de la gasolina, debido a que desde hace mucho tiempo, el precio del combustible sobrepasó el equivalente a los $5 dólares el galón.


En Estados Unidos, sin embargo, el aumento del preciado líquido, además de ser un nuevo fenómeno, indudablemente está causando un notable dolor en el bolsillo de muchos y paralelamente, contribuyendo al mayor índice inflacionario en los últimos 40 años.


Y es que en la nación americana, el precio de la gasolina ha estado subiendo de manera considerable durante las últimas siete semanas.


En este momento, según la Asociación Americana de Automovilismo (AAA), el costo promedio nacional del galón de gasolina regular en Estados Unidos es de $3.52 dólares.


Y sí, es más de un dólar y medio menos de lo que se paga en República Dominicana, pero al mismo tiempo, es un dólar más del precio que pagaban los conductores estadounidenses para esta época el año pasado cuando el precio promedio nacional de gasolina regular era de $2.53 dólares.


Pero eso no es todo: En algunos estados del oeste del país, como por ejemplo California, la gasolina regular está a $4.72 dólares el galón debido a los impuestos adicionales y los requisitos adicionales para proteger el medio ambiente a los que están sujetos los residentes de la Costa del Pacífico.


¿Pero por qué está subiendo la gasolina? Muchos en Estados Unidos, incluyendo a importantes comentaristas de derecha, de inmediato culpan al presidente Joe Biden. Me imagino que allá en Quisqueya, hay quienes responsabilizan a su homólogo Luis Abinader por lo mucho que cuesta llenar el tanque.


Si bien es cierto que los presidentes podrían establecer algunas pautas económicas para tratar de abaratar los costos de los combustibles, ¡los números no mienten!


Actualmente, el crudo se cotiza en los mercados internacionales a unos $92, $93 dólares el barril. Para esta época el año pasado, cuando Donald Trump era presidente, el barril de petróleo costaba entre $48 y $53 dólares, que es casi la mitad de lo que se paga ahora.

Es obvio que si el petróleo cuesta más, la gasolina también es más cara.


Pero la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) no es la única mala de la película. Hay otros factores que también contribuyen a que suframos cada vez que necesitamos alimentar a nuestros vehículos.


Los tambores de guerra suenan cada vez más fuertes en Europa oriental, donde la diplomacia parece estar estancada y una invasión de Rusia a Ucrania parece ser inminente.


Aunque el presidente ruso Vladimir Putin insiste en que retirará sus tropas de la frontera ucraniana, la Casa Blanca insiste en que actualmente hay alrededor de 150,000 militares rusos listos para invadir.


Imágenes de satélite divulgadas hace poco por el Pentágono, claramente muestran que Ucrania está rodeada por numerosas unidades de tanques, vehículos blindados y lanza misiles de corto y mediano alcance.


El presidente Biden insiste en que el diálogo es la mejor medicina para calmar el actual malestar bélico, pero no duda que su homólogo ruso utilice cualquier excusa para entrar a Ucrania.


En 2018, este servidor tuvo la oportunidad de vivir 40 días en Moscú, y si algo aprendí durante mi estadía allá es que Putin miente. Su trayecto histórico reciente demuestra que no se puede confiar en lo que dice y que su gobierno ha quebrantado múltiples acuerdos internacionales firmados por Rusia tras el desmantelamiento de la antigua Unión Soviética.


Recordemos el histórico memorando de Budapest que se firmó en 1994 y mediante el cual Ucrania se comprometió a devolver todo el arsenal nuclear soviético de su territorio a cambio de que Rusia respetara su soberanía y su derecho de establecer cualquier alianza, como por ejemplo ingresar a la OTAN.


Putin violó por completo este memorando de Budapest en 2014 cuando tropas rusas se adueñaron de la península ucraniana de Crimea. 


¡A nadie le conviene una guerra en Ucrania! De estallar un conflicto, Estados Unidos y los países de la Unión Europea de inmediato impondrán sanciones económicas contra Rusia, que es el segundo productor de petróleo del mundo, con una producción de 10 millones de barriles diarios.


Algunos expertos pronostican que una invasión rusa a Ucrania podría disparar el barril de petróleo a entre $100 y $150 dólares, superando el precio récord establecido en 2007.Esto se traduce a que el precio de la gasolina podría subir en Estados Unidos a entre $6 y $7 dólares el galón.


En un mundo cuya economía global todavía está gateando por el impacto de la pandemia de COVID-19, es impensable calcular la distopía que podríamos enfrentar si estalla una guerra en Europa oriental y sube el precio del petróleo.


Lo peor: si queremos mover nuestro vehículo, todos estamos obligados a comprar gasolina ya sea a un precio alto o cuando se ponga más barata. Es muy poco lo que nosotros, los ciudadanos comunes, podemos hacer más allá de esperar lo mejor, preparándonos siempre para lo peor… Yo soy Fernando Almánzar y así veo las cosas.


El periodista Fernando Almánzar es ganador de tres Premios Emmy a la excelencia en producción de televisión, y atualmente como productor y editor de asignaciones de CNN en Español. Puede escribirle por email a fernandoalmanzar@aol.com.